La iniciativa acota el uso libre y gratuito de las semillas, además de reconocerle potestad a las compañías sobre las especies manipuladas genéticamente OGM.
El Gobierno consiguió dictamen de Comisión para tratar en recinto la modificación a la actual Ley de Semillas, aun ante la dura oposición de productores pequeños y medianos.
El marco en cuestión, pedido principalmente por unas pocas empresas multinacionales que monopolizan el desarrollo de variedades de soja modificada genéticamente, OGM, establece la limitación del denominado “derecho de uso propio”. Este último es un ítem clave en la normativa vigente, sancionada en 1973. El “derecho de uso propio” permite al agricultor volver a sembrar el resultado de sus cosechas o el sobrante de la campaña.
El proyecto de ley que buscará establece el abono de regalías por la “reutilización” del producto, además del pago de “derechos de propiedad intelectual” con la compra de las semillas. Algo hasta ahora no contemplado en la legislación.
Lo que resulta polémico es que el proyecto de Ley considera que la modificación que hacen las empresas de semillas a través de biotecnología es argumento suficiente para considerar son dueñas de estas especies.
Esta empresas de semillas OGM aguardan una legislación que les garantice el cobro de regalías para el lanzamiento de una nuevos transgénicos.
Lo más relevante del proyecto de Ley es que acotará el uso propio, libre y gratuito de las semillas. La legislación vigente habilita esta libertad, permite sembrar sin estar pagando regalías todo el tiempo. Si esto se aprueba, los productores ya no podrán contar con esa opción y deberán pagar cada vez que usen la semilla.
La nueva normativa le otorga el poder de policía al Instituto Nacional de Semillas (INASE), el cual ante el pedido de las compañías que consideren vulnerados sus “derechos de propiedad intelectual” tendrá acceso a cualquier cultivo o producto de la cosecha en cualquier lugar en que se encuentre.
El texto del proyecto que acaba de obtener dictamen, anticipa además que el INASE “podrá disponer la toma de muestras en cualquier etapa de la cadena de producción para determinar analíticamente la variedad utilizada y cualquier otro parámetro que resulta de interés a los fines de esta ley”.
La iniciativa incorpora figuras de la semilla como “material vegetal” antes que una vida. De esa forma, establece categorías como “Creación fitogenética” para definir a los transgénicos, “Obtentor” para los privados que manipulan el ADN de estas especies, “Evento” –la modificación genética en sí misma–, y “Biotecnología” –la técnica de manipulación de ADN utilizada–, entre otras.
Según las empresas de semillas esta variación en la normativa permitiría la decisión de lanzar determinadas semillas hasta tanto se garantice el cobro de regalías.

Miguel Monserrat